Recientemente en la Facultad de Ciencia Política y RRII de la UNR, convocamos a un debate intenso: el de la medición en ciencias sociales. El punto de partida fue la presentación de nuestro libro: Medir la comunicación desde lo vivo. Nacido del PID Indicadores comunicacionales en dimensiones múltiples, recopila una serie de artículos científicos que dan cuenta de la aventura de meternos a medir algoritmos fluidos a través de una plataforma online que permite hacerlo mientras la comunicación sucede.
Presencial y virtualmente –transmitido por Facebook live y por eso disponible más allá del momento– el espacio se habitó con miradas institucionales, externas y propias del equipo. Hablaron Anabella Busso, que como Directora del Instituto de investigación de la Facultad, dió la bienvenida a la obra, enmarcándola en el ámbito académico en el que surge y explicitando sus relaciones al interior de las áreas de la Universidad y con otras instituciones de ciencia y técnica.
Dolores Hernández – de la Universidad Complutense de Madrid, conectada desde esa ciudad- se ocupó de la historicidad de los patrones de medida y sus vínculos con el poder, dando claros ejemplos de cómo las formas de medir constituyen una operación de ordenamiento del mundo que sirve a intereses particulares, y por lo tanto, de la subjetividad intrínseca que conlleva.
Luego, los siete integrantes del equipo de investigación presentes, fueron conectando la metaperspectiva teórica y metodológica de la Escuela de la Comunicación Estratégica Rosario, en la que la plataforma de medición se inscribe, a través del desarrollo de sus diversos componentes y productos asociados: indicadores comunicacionales, modos de carga, tutoriales en video, manuales, informes de visualización a través de gráficos autogenerados.
En tiempos en que la comunicación como disciplina protagoniza nuevas tensiones entre la ciencia y la cultura, la pregunta de por qué y sobre todo para qué medir, fue la que organizó el debate. La certeza compartida es que la lógica instrumental con que suele abordarse el fenómeno comunicacional, lo empobrece. El campo de la comunicación ha madurado, se ha complejizado, pero sin embargo, las rutinas dominantes siguen ancladas en la comunicación en línea, con criterios instrumentales. Se la encuentra casi siempre reducida a conteos acumulativos, incapaces de dar cuenta de la vitalidad del fenómeno y lo que allí se pierde es el aporte que el comunicador estratégico puede hacer a la transformación social.
Entonces, el objetivo del PID es el de generar un dispositivo capaz de hacer visibles estos procesos innovando en los modos de contar lo que va ocurriendo en el encuentro sociocultural. Lo hace a partir del despliegue de una estrategia de comunicación como conjunto de operaciones cognitivas que busca la reconfiguración de un territorio en una direccionalidad determinada.
“Sería muy difícil y largo que los empresarios descubran que la comunicación trasciende el marketing o que los políticos visualicen que la salida en los medios es apenas la punta de un iceberg de lo comunicacional como encuentro en la diversidad” se apuntó en el debate. Por eso, a este registro lineal y unidimensional dominante en la comunicación, el PID le sale al cruce con una propuesta compleja y operable, de múltiples beneficios.
“Sería muy difícil y largo que los empresarios descubran que la comunicación trasciende el marketing o que los políticos visualicen que la salida en los medios es apenas la punta de un iceberg de lo comunicacional como encuentro en la diversidad” se apuntó en el debate. Por eso, a este registro lineal y unidimensional dominante en la comunicación, el PID le sale al cruce con una propuesta compleja y operable, de múltiples beneficios.
La plataforma digital ofrece a las organizaciones y proyectos de cualquier escala, la posibilidad de incorporar y monitorear la comunicación en múltiples dimensiones y con ello, la de trabajar acompañando el cambio emergente. Estas dimensiones son cuatro –en el sistema de medición diseñado por el proyecto–: informativa, ideológica, interaccional y del encuentro sociocultural; de las cuales tres ya se encuentran operables on-line.
“Medir es una disputa por el sentido de lo que hacemos en comunicación en nuestros espacios de trabajo” dijo uno de los integrantes del equipo durante la conversación con los profesionales y estudiantes presentes. Se trata, justamente, de la conciencia de la que había hablado previamente Dolores: “quien decide qué medir, imprime el sentido de la medida”. Así, cuando se plantea una modalidad de registro diferente, se habilitan nuevas preguntas sobre los por qué de las acciones comunicacionales, interpelando los roles naturalizados y devaluados que se adjudican al comunicador habitualmente y el aporte de la comunicación cualquier ámbito.
Una plataforma fluida, entonces, para desbordar la unidimensionalidad saliendo al encuentro de la diversidad sociocultural desde lo fluido. ¡Qué viva la comunicación!
El proyecto tuvo diferentes fases y el libro contiene la primera de ellas, con el desarrollo de las dos primeras dimensiones (informativa e interaccional) Descargar el libro
Los integrantes del PID que presentaron el libro son: Sandra Massoni (Directora), Mariana Piola (co-directora), Mariana Mascotti, Luciana Margherit, Javier Spagnolo, Evelyn Gerson, Julia Dayub y Mateo Bussi Blog del proyecto .